Del Islam al Cristianismo. Mi historia.

Islam

La autora narra su propia historia, donde se pone de manifiesto la imposibilidad de que los musulmanes acepten la conversión de uno de sus miembros al cristianismo. Este acto, que se considera blasfemo, debe ser castigado con pena de muerte incluso en países occidentales, donde sería considerado un delito. Sabatina James, nacida en Paquistán, emigró con su familia a Linz (Austria) siendo niña, y allí se educó en costumbres muy diferentes a las de su cultura de origen, que sus padres trataban de imponerle. El choque entre su mentalidad ya europea y la de su familia, que la destinaba a un matrimonio forzado, culminó con su conversión y la obligó a huir de casa y esconderse para que no la mataran.

El libro no tiene una gran calidad literaria, pues lo que busca su autora es contar su vida, como por su propia experiencia llegó al convencimiento de que el Cristianismo era la religión del amor, con una Padre Dios amoroso, frente a la brutalidad del Islam que se impone a la fuerza sobre todo a las mujeres, donde la mujer, no vale absolutamente nada.

Si hay algo que echo en falta es que no quedan muy claras las razones de la conversión al cristianismo de la protagonista ni a qué confesión se adhiere. Tampoco se explica si llega a hacerlo formalmente o se limita a meras convicciones personales, sin llegar a adquirir formación catequética.

El libro te sobrecoge al ver la vida de una mujer pakistaní normal, criada en Alemania y Austria, pero que a pesar de vivir en un país europeo las raíces de la familia siguen siendo pakistanies lo que la llevará de nuevo a Pakistán y el cambio que eso supondrá para su vida.  Donde estará destinada a ser la posesión de un hombre, donde su vida se verá reducida a su casa, sin posibilidad de salir sin compañía masculina, y de la que se espera que sea sumisa, y dedicada al hogar y al cuidado de los hijos. No tienen derecho a estudiar, ni formarse, no tienen derecho a vestir como quieran, no tienen derecho a pensar o opinar, incluso sobre su propio destino como es la boda, pues los matrimonios se conciertan sin contar con el consentimiento, siendo que si el marido se aburre de la mujer pueden abandonarla sin más y buscarse a otra, cosa completamente impensable si lo hiciera una mujer.

Reconozco que a medida que iba leyendo la historia y viendo tanta injusticia, tanto maltrato, tanta indiferencia no sólo desde sus propios hermanos, sino por parte de otras mujeres, me iba poniendo enferma, dando gracias a Dios por haber nacido en Europa. Y me daba cuenta de que el Cristianismo que tan criticado está, que tiene tan mala prensa sin embargo respecto a la mujer, supera completamente a las demás religiones. Pues para el cristianismo el hombre y la mujer son iguales, en dignidad y derechos. Y también me he dado cuenta de que el feminismo tiene grave problemas, pues nunca habrá un verdadero feminismo si las mujeres no estamos del lado de las más maltratadas, de las que no tienen derecho a lo más básico, como es el estudio, o su libertad respecto al matrimonio. Y creo que las feministas de hoy en día sólo se preocupan por lo que sucede en Europa o América, pero poco o nada les importa lo que les pase a las mujeres de los demás continentes.

La inquilina de Wildfell Hall

inquilina

Tras muchos años de abandono, la destartalada y ruinosa mansión de Wildfell Hall es habitada de nuevo por una misteriosa mujer y su hijo de corta edad. La nueva inquilina no tarda, con su carácter poco sociable, sus opiniones a menudo radicales y su extraña triste belleza, en atraerse las sospechas de la vecindad, y a la vez la rendida admiración de un joven agricultor. Pero la mujer tiene, en efecto un pasado… más terrible y tortuoso si cabe de lo que la peor de las murmuraciones es capaz de adivinar.

Me decidí a leer este libro gracias a un comentario que leí en el blog de Magrat,  Como no había leído nada de Anne Brontë decidí seguir el consejo de esta blogera a la que sigo. Si tuviera que elegir un adjetivo al libro diría que es eléctrico.  La edición que he leído incluía una nota de la propia autora para la segunda edición defendiéndose de las críticas que había recibido por su inmoralidad y dureza, lo que hizo que me picara más el gusanillo, pues no me podía imaginar que un libro escrito en 1848 y por una mujer, pudiera ser inmoral. La verdad es que una vez leído entiendo por qué debió de ser todo un revulsivo para aquella sociedad inglesa tan puritana, donde las apariencias eran lo importante, ocultando verdaderos dramas. Por otro lado creo que es un libro totalmente actual, y completamente reivindicativo en la defensa de la mujer. Lo que más me ha gustado es como mantiene la tensión y misterio hasta el final, que creo que es trepidante, además de que esta deliciosamente escrito. También me ha encantado que nos muestre los sentimientos femeninos y masculinos, pues la mayoría de las veces se nos muestra la visión de uno de los protagonistas, y casi siempre femenino. Como he dicho antes, el tema es totalmente de actualidad, el 25 de noviembre se celebra el día mundial contra el maltrato contra la mujer, pues bien este libro debería ser de lectura obligada en los cursos sobre maltrato. Una de las cosas que se dice del maltrato es que siempre hay señales que nos lo advierten. El problema es que muchas de esa señales no se identifican hoy como tales, incluso se confunden con amor, otras nos dejamos llevar por las apariencias, en vez de buscar los valores más elevados, a la hora de elegir a nuestra parejas. El machismo no aparece de pronto, siempre está ahí, los signos siempre están ahí, otra cosa es que no queramos verlos, o no les demos importancia. A pesar de lo sombrío del tema realmente merece la pena leer este libro, la esperanza no las podemos perder y el libro también nos habla de esto.

Dulce Hogar

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Evangeline es una obsesiva ama de casa cuyo perfeccionismo hace infelices a sus hijos. Sin darse cuenta, vive desencantada y aburrida, aunque se considera una buena madre y esposa. Lester, su marido, poeta y soñador, tampoco es feliz, ni en casa ni en el trabajo. Un accidente cambiará la vida de la toda la familia provocando unos cambios que nos harán reflexionar sobre la existencia de sus miembros.

Me compré este libro porqué me lo recomendó mi librero, y aunque la primera vez que empecé a leerlo no me enganchó, como soy de las que dan segundas oportunidades a los libros, lo volví a leer hace 15 días, y esta vez no pude dejar de leerlo.

Lo que más me ha sorprendido de este libro es que estando escrito en 1924 sea tan revolucionario en el planteamiento de  los problemas familiares, y sobre todo en como profundiza en las funciones que al padre y la madre de esa familia les ha tocado asumir.

El transcurrir del libro es pausado, porque nos describe sentimientos y pensamientos, lo que hace que uno vaya conociendo como son cada miembro de la familia, incluidos los niños, que también son protagonistas. Unos niños que van tomando también conciencia de su papel en la familia, y de sus propios sentimientos.

Para mí lo mejor del libro es el último capítulo, es toda una reflexión filosófica, sobre cómo se supone que el hombre debe comportarse en la sociedad. Y la reflexión es verdaderamente revolucionaria hoy en día, así no me extraña que este libro lo fuera en 1924.

En todos estos años la sociedad es cierto que ha avanzado respecto a la mujer, pero no ha cambiado tanto, en cuanto al roll masculino. Si un hombre de hoy en día pensara como el protagonista de esta novela no creo que fuera aceptado, como tampoco lo era en aquella época. Por eso me parece muy valiente que la autora plantee esta cuestión. Es cierto que hay una defensa feminista en el libro, pero para mí lo más valioso es plantearse la cuestión del papel que debe ocupar el hombre en el trabajo y en su casa. Sólo voy a transcribir una frase, pues no quiero hacer spoiler del libro, que creo refleja lo que he dicho antes “Sabía perfectamente que semejante ocurrencia provocaría en otros hombres una estupefacción solo equiparable a su desdén machista”.

El libro es delicioso, esta perfectamente escrito, con un lenguaje muy cuidado, y merece la pena leerlo aunque no quieras plantearte cuestiones filosóficas, esas cuestiones sólo aparecen en el último capítulo como un gran colofón, pero no son impedimento para disfrutar del libro y de la historia de esta familia. Si has leído el libro ¿Qué te parece lo que piensa el marido? No te parece un hombre adorable.